En Guatemala, el Estado es responsable de los sistemas de suministro de agua, pero la calidad del agua sigue siendo catastróficamente deficiente por culpa de un conocimiento técnico inadecuado y mala gobernanza. Helvetas ayuda a las autoridades locales y a los comités comunitarios de gestión del agua en el altiplano occidental, en organizarse, planificar el mantenimiento de manera eficiente e informar abiertamente cómo se utilizan los ingresos por concepto de agua.
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Nombre del proyectoMejor gobernanza para la obtención de agua potable segura - - compuesto por los proyectos GIGAM, Aguas Urbanas en el Valle Marquense, RU K´U´X YA´ y SAHTOSO
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Fase del proyecto2018 a 2022
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FinanciamientoEste proyecto está financiado por mandatos de la Unión Europea, la Agencia de Cooperación Española al Desarrollo (AECID), el Fondo de Emergencia de Naciones Unidas, la Fundac
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Enfoque temáticoWASH y gobernanza del agua
Voz, inclusión y cohesión social
Tres cuartas partes de la población de Guatemala ahora tienen acceso al agua, de un pozo, una bomba o incluso la red eléctrica en su hogar. Esto demuestra que los formuladores de políticas han hecho de la construcción de infraestructura hídrica una prioridad. Pero el agua que la gente consume de esta infraestructura suele estar contaminada con microbios y ni siquiera se puede llamar agua potable. Los expertos estiman que más del 95% de todos los sistemas de suministro de agua están contaminados.
Como ocurre con otros grandes proyectos de infraestructura, la inauguración de un nuevo sistema de abastecimiento de agua, normalmente se celebra con discursos y música ... y luego se descuida su gestión y mantenimiento. A través de una serie de proyectos, Helvetas se enfoca en esta disparidad entre inversión y mantenimiento en el Altiplano de Guatemala. El objetivo es desarrollar una nueva cultura de gobernanza en agua y saneamiento, desde las autoridades, alcaldías y administraciones municipales hasta la gestión del agua, como un servicio de alta calidad. Con este fin, los comités de desarrollo de las aldeas se fortalecen organizativa, técnica y administrativamente, así como todas las organizaciones del gobierno local que se ocupan del agua y el saneamiento básico, en cuarenta municipios con una población total de aproximadamente 600,000.
En cursos y talleres que incluyen giras y reuniones periódicas para intercambiar hallazgos y conocimientos, familiarizamos a los funcionarios y tomadores de decisiones a nivel comunitario y municipal con la normativa sobre agua y saneamiento. Aprenden a utilizar sus competencias e incorporan cuestiones relacionadas con el agua y el saneamiento básico en su práctica diaria de formulación de políticas. Sensibilizamos al público sobre el hecho de que el mantenimiento cuesta dinero y debe financiarse, al menos en parte, cobrando por el consumo de agua. La práctica de pago domiciliar está mejorando y las autoridades informan a los consumidores de manera abierta y clara sobre sus presupuestos y el uso de los fondos. 386 comunidades rurales han establecido comités para administrar el sistema de suministro de agua en su aldea. Fijan las tarifas de consumo de agua y promueven la adquisición de las competencias técnicas necesarias para el mantenimiento local. Además, realizan un seguimiento de los ingresos pagados por el consumo de agua y los gastos de mantenimiento.
Además, estamos ayudando a las comunidades a establecer nuevas normas sanitarias en sus comunidades, liberando a sus comunidades de la contaminación fecal y manejando sus cuencas hidrográficas, por sí mismas.
La capacitación es supervisada por la Universidad Católica de Quetzaltenango y los ministerios competentes. Está financiado por la Unión Europea, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), el Fondo de Respuesta a Emergencias de Naciones Unidas (CERF), la Fundación Suiza Esperanza y otras donaciones institucionales.