Las familias retratadas de Bolivia, Bangladesh y Etiopía han salido de la pobreza en solo dos generaciones, por sus propios medios y con el apoyo de Helvetas.
Sus historias son ejemplares para el desarrollo mundial en lo que respecta al suministro de agua, trabajo y educación. Estas nos recuerdan que se está produciendo un verdadero cambio. En todo el mundo, día tras día.
Verdadero cambio en Bolivia
"El fracaso solo sucede cuando se dejan de intentar cosas nuevas", dice Teófilo García Caraballo. El boliviano y su familia son osados y prueban muchas cosas. Así surgieron las cañerías de agua y el sistema de riego, gracias a lo cual la familia hoy bebe agua limpia y cosecha fruta.
Descubra el reportaje multimedia sobre la familia Caraballo.
Verdadero cambio en Bangladesh
Gracias a los dos ingresos, la familia Chakma ha dejado atrás la pobreza. Tienen una casa modesta y saben que tendrán comida en los próximos meses y años. Ahora pueden involucrarse en el futuro económico, político y cultural de Bangladesh.
Verdadero cambio en Etiopía
La abuela, Kassanesh Kebede, tenía que ir a buscar agua casi todos los días de su vida. Era parte de la vida diaria de las mujeres y niñas de la aldea. Fue dada en matrimonio a los ocho años y tuvo su primer hijo a los 17. La habría gustado asistir a la escuela, pero sus padres la necesitaban para trabajar en casa. Por eso, Kassanesh iba todos los días a la laguna para recoger agua para su familia.
Era agua sucia que enfermaba a los que la tomaban. Así transcurrían los días, hasta que hace dos años y con ayuda de Helvetas, personas en la aldea de Meha Kebele en el norte de Etiopía se unieron para cavar un pozo e instalar una bomba de agua. Ahora Kassanesh, su hija Genet y todas las demás mujeres y niñas de la aldea pueden bombear agua limpia del pozo para beber, cocinar y lavar. Ya no tienen que ir lejos de la aldea, así que tienen tiempo para otras actividades. Por ejemplo, asistir a la escuela. Según Unicef, la asistencia escolar es un 15% mayor cuando los niños tienen acceso a agua potable limpia.
La nieta de Kassanesh, Yemaralem Derese, de 12 años, cursa su sexto año de la escuela primaria y es una buena estudiante. Su asignatura favorita es “La humanidad y el medio ambiente”, en la que también tiene buenas calificaciones, para alegría de su familia.
Verdadero cambio en cifras
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