El sector privado debe hacer su mayor esfuerzo para luchar contra la pobreza y promover el desarrollo sostenible, como se estipula en la Agenda 2030 de la ONU. Un gran número de empresas se han comprometido a operar de una manera social y ambientalmente responsable para así adoptar un modelo de negocio sostenible. Constituyen un grupo de socios potenciales para hacer esfuerzos conjuntos de desarrollo. Pero muchas corporaciones multinacionales grandes aún optimizan las ganancias a expensas de la población local y del medio ambiente. Apenas muestran interés por los asuntos relacionados con los derechos humanos o las normas medioambientales internacionales, y transfieren sus ganancias a su sede en el norte.
Protección obligatoria de los derechos humanos
Junto con más de 80 organizaciones no gubernamentales (ONG) suizas, Helvetas apoya la Iniciativa empresarial responsable. El objetivo de esta popular iniciativa es exigir a las empresas que incorporen la protección de los derechos humanos y del medio ambiente en todos los procesos comerciales. Esta diligencia obligatoria también se aplica a los negocios en el extranjero que realizan las empresas domiciliadas en Suiza. Además, las empresas matrices deben ser consideradas responsables de los daños o pérdidas causados por sus subsidiarias u otras empresas que controlan en el extranjero, aunque solo en la medida en que no hayan ejercido todas las medidas apropiadas de debida diligencia. Las pequeñas y medianas empresas (PYME) están, como regla general, exentas de la iniciativa, a menos que operen en un sector de riesgo como el comercio de productos básicos.
Más justicia
La iniciativa pretende darle fin a las prácticas comerciales imprudentes a expensas de las personas y del medio ambiente. Aquellos que anteponen sus intereses comerciales a los tratos honestos y responsables desde el punto de vista social y ambiental, todavía se están beneficiando hoy en día. La iniciativa creará más justicia para aquellas empresas que ya operan de manera responsable. Y garantiza que la debida diligencia, con respecto a los riesgos para el medio ambiente y los derechos humanos, no será solo una cuestión de conciencia individual, sino que se convertirá en una práctica comercial general.