Menos pobreza gracias al turismo responsable

Hospitalidad

El norte de Vietnam ofrece mucho a los turistas: Colinas y montañas rodeadas de bosques, arrozales en terraza espectaculares y muchos grupos étnicos que aún practican sus costumbres tradicionales. El turismo ya ha hecho avances en ciertas partes de la región, pero las agencias en Hanoi todavía controlan la mayoría del mercado turístico. Las habitantes locales, muchos de los cuales pertenecen a minorías desfavorecidas, no reciben beneficio alguno, porque no se los incluye en este desarrollo.

Pero la situación cambia cuando la población local forma y gestiona viajes de turismo ecológico adaptados a su región local. Las familias reciben huéspedes y les brindan una perspectiva interna de la cultura local, y así desarrollan nuevas fuentes de ingresos. Los guías locales les muestran a los turistas los lugares más escénicos. Hay pequeños negocios de artesanías que abren sus puertas a los turistas, para demostrarles cómo producen su arte ancestral y para venderles sus productos.

Iniciativas como estas no son normales en comunidades remotas y difíciles de acceder. Por lo tanto, brindamos distintos tipos de apoyo a la población local que desea trabajar con turistas: les brindamos formación a las familias que desean alquilar cuartos o abrir un pequeño restaurante; identificamos agencias cuyos viajes se basan en las necesidades locales; brindamos cursos para oficiales, para garantizar que no obstruyan el desarrollo del turismo con demasiadas exigencias; fomentamos las cooperativas locales de turismo y las cooperativas artesanales; creamos una organización sombrilla, cuyo apoyo les permite a los operadores turísticos locales expandir sus actividades comerciales.

Este proyecto se centra principalmente en comunidades desfavorecidas y personas en pobreza extrema. 400 mujeres y hombres están involucrados directamente en las actividades. 10.000 más se benefician indirectamente de las cadenas de valor generadas por el proyecto de turismo. El proyecto en Vietnam se basa en nuestra experiencia pasada con proyectos similares, tales como el de Kirguistán, donde una estrategia de turismo comunal a escala pequeña tuvo mucho éxito, y ayudó a muchas familias a salir de la pobreza.