© Fatoumata Diabate

Dinamizar la agricultura para la juventud

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Debido a la falta de perspectivas, muchos jóvenes malienses abandonan el campo para ir a las ciudades, a las minas de oro o al extranjero. El proyecto «Jigitugu»- «Responder a las esperanzas»- permite formar y sensibilizar a los jóvenes agricultores sobre la agricultura sostenible y orientada al mercado.

  • Nombre del proyecto
    Jigitugu - Responder a las esperanzas
  • Fase del proyecto
    2021 a 2024
  • Financiamiento
    Este proyecto está financiado por el Servicio de Liechtenstein para el Desarrollo (LED).
  • Enfoque temático
    Economías sostenibles inclusivas
    Alimentación y nutrición

Un nuevo campo de posibilidades

Con el tiempo, los habitantes de la región semiárida del Sahel han desarrollado técnicas agrícolas y métodos de producción adaptados a su clima extremadamente seco. En años normales, podían alimentar a sus familias. Sin embargo, las circunstancias ya no son normales debido al cambio climático. Se ha vuelto imposible predecir el inicio y la duración de las estaciones lluviosas. A menudo las precipitaciones son insuficientes, o son muy intensas y provocan inundaciones. Esto pone a prueba la seguridad alimentaria de las familias, cuyas reservas no suelen ser suficientes para garantizar la subsistencia entre cosechas.

Además, los pequeños agricultores suelen ser incapaces de generar una buena producción y unos ingresos suficientes, ya que tienen dificultades para obtener fertilizantes y semillas adecuadas, carecen de conocimientos técnicos y no tienen acceso a la información y los servicios de asesoramiento.

Las mujeres y los hombres jóvenes, que constituyen la mayoría de la población rural, se ven especialmente afectados por esta situación y actualmente tienen pocas oportunidades de crear una base financiera sólida. Muchos de ellos buscan recursos adicionales en las zonas urbanas o en las zonas de extracción de oro, donde esperan encontrar más oportunidades de empleo.

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Kalifa Sogoba, horticultor de Kimparana: «Decidí dedicarme a la agroecología porque es una agricultura que respeta el medio ambiente, mi propia salud y la de mis clientes.» © Helvetas / Mody Conde
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En las zonas de intervención de Jigitugu, cinco artesanos fabrican herramientas agrícolas (trilladoras, descascarilladoras, tamizadoras, aventadoras y sembradoras) adaptadas al contexto. © Helvetas / Mody Conde
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La demanda entre los muchachos es enorme, pero solo los que están realmente motivados asisten a las clases de formación. © Helvetas
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Moussa Koné, de Kimparana, era un buscador de oro: «Participé en un curso de formación sobre ganadería y Jigitugu me enseñó a valerme por mí mismo.» © Helvetas/Mody Conde
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Helvetas contribuye al desarrollo de la agricultura en un proyecto llamado «Jigitugu» - «Respondiendo a las esperanzas». Los jóvenes agricultores reciben formación en técnicas agrícolas (agroecología, comercialización de nuevas variedades de hortalizas, avicultura). Las técnicas agrícolas probadas se modernizan y se adaptan a los riesgos climáticos, y la producción se orienta a los mercados locales o regionales. Así, la manteca de karité, un producto cosmético tradicional para el cuidado de la piel, tiene la oportunidad de emerger en el mercado regional o incluso internacional. El sésamo y el fonio, un antiguo cereal resistente a la sequía, son cada vez más populares entre la clase media de las ciudades.

Formación de calidad adaptada a las necesidades de las comunidades

El proyecto ofrece a los jóvenes y a las mujeres la oportunidad de recibir una formación profesional de calidad adaptada a sus necesidades. Los cursos, muy prácticos y breves, se organizan en las comunidades y son impartidos por expertos locales: productores, ganaderos y artesanos enseñan a los alumnos nuevas técnicas de agricultura sostenible y buenas prácticas de cría, y los acompañan en la elaboración de un plan de negocio para mejorar la comercialización de sus productos.

Los expertos agrícolas identificados dentro de la comunidad garantizan que los pequeños agricultores tengan acceso continuo a las innovaciones y al asesoramiento técnico.

Los jóvenes y las mujeres no sólo ven aumentar sus ingresos, sino también su confianza en sí mismos, al darse cuenta de que pueden desarrollarse activamente en la agricultura. También se dan cuenta de que pueden utilizar sus habilidades para ayudar a sus familias y comunidades.

Helvetas también trabaja con el sector público para mejorar las condiciones marco de las empresas agrícolas, ayudando a promover los sectores agropecuario y pesquero y desarrollando sistemas de formación profesional de alta calidad.

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«La tierra es el único recurso que beneficia a quien la explota y la cuida, sea hombre o mujer»

Ramata Traore, productor de sésamo en Yanfolila

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