Entre junio y agosto de 2022, se llevó a cabo el Programa de fortalecimiento de capacidades a organizaciones de extensión rural y asistencia técnica para la agricultura familiar campesina en las provincias de Cotopaxi, Chimborazo, Bolívar y Azuay en Ecuador. En la misma participaron representantes del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE) y el Ministerio de Inclusión y Economía Social (MIES), junto con la asistencia técnica del proyecto Andes Resilientes al Cambio Climático, facilitado por el consorcio Helvetas Swiss Intercooperation-Fundación Avina e implementado por la Cooperación Suiza COSUDE.
El programa se planificó como una serie de conversaciones horizontales que facilitaron el diálogo e intercambio de experiencias entre 10 organizaciones de las provincias de Cotopaxi, Chimborazo, Bolívar y Azuay. Se trabajó en base a cuatro módulos: i) cambio climático; ii) género, jóvenes e interseccionalidad; iii) pedagogías del diálogo; y iv) mercado y política pública. En cada uno de los módulos, organizaciones y capacitadores dialogaron e identificaron las lecciones aprendidas de manera conjunta.
El módulo de cambio climático tuvo como objetivo el poder plantearse preguntas, absolver dudas y definir qué es lo que han ido aprendiendo respecto a la gestión del cambio climático y las distintas dimensiones en las que se manifiesta.
En este módulo, los participantes definieron 4 preguntas:
- ¿Cuál es la prioridad del Estado frente al cambio climático?
- ¿Cómo se tiene que conciliar los diferentes intereses de los actores vinculados al cambio climático?
- ¿De qué depende la vulnerabilidad territorial?
- ¿Cómo se adaptan acciones a particularidades locales?
El segundo módulo sobre género, jóvenes e interseccionalidad se enfocó sobre la experiencia previa en la temática y cómo incorporarlos dentro de los servicios y asistencia técnica que ofrecen, así como la importancia de la interseccionalidad en el relacionamiento entre sectores y actores de diferentes niveles.
En el tercer módulo sobre pedagogías para el diálogo se promovió la interseccionalidad mediante herramientas y técnicas pedagógicas, reconociendo usos y oportunidades, que permitieran el relacionamiento con diferentes niveles de actores y sectores en el marco del extensionismo rural. También se desarrollaron actividades que fomenten la toma de conciencia de los distintos factores que entran en juego en los procesos de toma de decisión y cuáles son los motivos por los que seguir buscando mecanismos que garanticen decisiones logradas de manera colectiva.
El último módulo enfocado en mercado y política pública abordó las estrategias para vincular a campesinos y campesinas agrícolas y pecuarios en los programas de asistencia y extensionismo. Asimismo se revisaron casos exitosos, sus elementos clave y nudos críticos. Este módulo tuvo la participación de representantes del MIES, MAATE y MAG, quienes presentaron sobre diversos beneficios y programas gubernamentales ya activos como el acceso a información climática, el Sello de Agricultura Familiar Campesina, los Créditos de Desarrollo Humano y las Escuelas de Inclusión Económica. De esta manera, por medio de las organizaciones, se facilita a agricultores el conocimiento de estos beneficios gubernamentales y cómo hacer uso de ellos.
La facilitación de este programa fortaleció las redes generadas entre las organizaciones, su colaboración y aprovechamiento de fortalezas conjuntas. Además, se culminó con la sistematización de las sesiones, donde se resumieron los aprendizajes y recomendaciones obtenidos en cada módulo de este diálogo.
Atendiendo a estas demandas en un contexto de cambio climático, Suiza a través de su Agencia para el Desarrollo y la Cooperación COSUDE, impulsa el proyecto Andes Resilientes al Cambio Climático que es facilitado por el consorcio Helvetas Swiss Intercooperation-Fundación Avina. El enfoque del proyecto es fortalecer y articular las capacidades de actores públicos y privados que les permita proveer servicios que mejoren la capacidad de adaptación climática de poblaciones rurales andinas en pobreza y vulnerabilidad, con el fin de mejorar su seguridad alimentaria e hídrica, promoviendo una acción conjunta frente al cambio climático en Bolivia, Ecuador y Perú.