Serie de diálogos de conocimientos ancestrales desde las mujeres de la agricultura familiar campesina andina se realizaron en Ecuador enfocados en la identificación de saberes ancestrales para la lucha contra el cambio climático.
Durante el mes de septiembre se realizarón cuatro encuentros en las provincias de Azuay, Bolivar, Chimborazo y Cotopaxi con la participación de más de 80 mujeres lideresas de comunidades y asociaciones que conservan y transmiten conocimientos tradicionales sobre producción agropecuaria.
La mujer rural agricultora lidera muchos de los procesos productivos de la tierra, cuidando de las semillas, labrando, elaborando fertilizantes naturales, seleccionando y preservando alimentos, cuidando la salud y alimentación de su familia, así como de la seguridad alimentaria de los pueblos que abastece.
Sin embargo, a pesar del vital rol de la mujer en todo el sistema agrolimentario, las brechas, desigualdades y pocos incentivos para su empoderamiento aún son muy visibles. El Ministerio de Agricultura y Ganadería de Ecuador con el apoyo del proyecto Andes Resilientes al Cambio Climático están trabajando juntos para replicar y escalar lo que se viene avanzando desde la Estrategia Nacional Agropecuaria para Mujeres Rurales (ENAMR).
La ENAMR tiene como objetivo brindar oportunidades de vida digna y en paz a los pobladores rurales, en especial a las mujeres rurales, con acceso a recursos, activos y oportunidades. Andes Resilientes en Ecuador viene acompañando diversas acciones, impulsando acciones afirmativas de género y el empoderamiento de las mujeres, enfocados en buenas prácticas de adaptación al cambio climático que fortalecen la seguridad alimentaria e hídrica de mujeres y hombres rurales andinos en mayor vulnerabilidad.
Andrés Mogro, coordinador de Andes Resilientes en el país, detalló que los diálogos se centraron en recoger buenas prácticas relacionados a la gestión de sistemas agropecuarios, recursos hídricos, agrobiodiversidad, cambio climático y género de cada provincia, haciendo enfasis en recoger la sabiduría que pueda ayudar a enfrentar al cambio climático.
En los diálogos realizados se encontró que las mujeres participantes cultivan una diversidad de productos que son utilizados principalmente como alimentos, y que son ellas las encargadas de labrar la tierra mientras los hombres migran a la ciudad. Además mencionaron que los principales aprendizajes del cultivo de alimentos los recibieron de sus padres, madres, abuelos y abuelas, resaltando que encuentros de mujeres son agradecidos por las compañeras ya que ayudan a rescatar aprendizajes y sabiduría que el cambio climático les está haciendo perder.
Con la información que se sistematice se elaborarán materiales de comunicación incluyendo programas radiales que el MAG difundirá en las 4 provincias, y con actores públicos y privados locales y nacionales.
Algunas de las citas que las mujeres nos dejaron en estos encuentros fueron:
“Hacer ofrendas a la tierra, oraciones de agradecimiento a la tierrita cuando vamos a sembrar, pero también abonando bonito, limpiando de plásticos y en las lagunas ofreciendo la sangre de los cuycitos; pero entre nosotros debemos también intercambiar semillas y los conocimientos para que no se vayan perdiendo” (Rosario Poma, provincia de Azuay).
“Antes se hacía el pastoreo de animales en la chakra, nosotros teníamos borregos, vacas y chanchos, que los amarrábamos en el terreno, después de las cosehas, para que ellos se alimenten de la maleza del campo, y a cambio dejen la majada” (Rosario, provincia de Bolívar)
“Por la ubicación del terreno, donde nosotros había sectores muy propensos a la helada, y al otro día hacía un sol fuerte, por eso las plantas se quemaban, ya no valían las hojas ni los tallos, pero nosotros sabíamos poner agua en calabazas, poníamos en las esquinas del terreno y en algunos puntos estratégicos, el agua en las calabazas funcionaba como imán, a veces amanecía una capa de hielo” (Cecilia, provincia de Chimborazo)
“Para proteger a las plantas contra los insectos que se comen las hojas, flores y frutos se les fumiga con una mezcla de sumo de ajo, cebolla, ají y ruda, ese sumo se lo vierte en agua y se lo pone en una botella o bomba de fumigar para rosear a la planta” (Alicia, provincia de Cotopaxi)
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
El proyecto regional Andes Resilientes al Cambio Climático impulsado por la Cooperación Suiza COSUDE y facilitado por el consorcio Helvetas Swiss Intercooperation-Fundación Avina en asocio con International Institute Sustainable Development-IISD y alianza con FIDA. Andes Resilientes forma parte del Programa Global de Cambio Climático y Medio Ambiente de la Cooperación Suiza COSUDE. Su primera fase se ejecuta entre mayo 2020-abril 2024.