Entre enero y octubre 147 mujeres fueron asesinadas en distintos puntos del país y aún no termina el año. Los medios de comunicación permanentemente nos informan sobre intentos de feminicidio, violaciones y acoso sexual que se siguen multiplicando y las mujeres afectadas suman miles, mientras se siente que el poder judicial no obra adecuadamente y se percibe una creciente sensación de indolencia frente al “problema”.
En su mensaje por el día de hoy, Antonio Gutierrez Secretario General de la ONU, ha dicho que “la violencia contra las mujeres y las niñas es una pandemia mundial, así como un agravio moral para todas ellas, un motivo de vergüenza para todas nuestras sociedades y un obstáculo importante para el desarrollo inclusivo, equitativo y sostenible. En esencia, es síntoma de una profunda falta de respeto, de que los hombres no reconocemos la igualdad y la dignidad inherentes a las mujeres. Se trata de una cuestión relacionada con los derechos humanos fundamentales”.
La violencia contras las mujeres y las niñas no solo perjudica a las víctimas, sino que también afecta a las familias, a la sociedad y es un freno para el desarrollo; tiene una dimensión política importante porque está relacionada con el poder, el control de los medios de vida, con el control sobre los activos tangibles e intangibles entre ellos el poder de tomar decisiones.
"HELVETAS se adhiere a los valores fundamentales de los DERECHOS HUMANOS, contribuye a superar la pobreza y la discriminación relacionadas con el género y la exclusión social mediante la promoción activa de la igualdad de género y la equidad social como un requisito previo esencial para el desarrollo sostenible, mediante la incorporación de la perspectiva de género en todos sus programas y proyectos".
Cualquier acto por pequeño que parezca tendrá un impacto positivo en una mujer, en una niña.