Del compromiso a la acción: insumos desde Apurímac, Cusco y Ucayali para la implementación de la Contribución Nacional (*)
En noviembre de 2016, la Autoridad Nacional del Agua (ANA) del Perú, reconocía que nos encontrábamos ante un déficit de lluvias por quinto año consecutivo(1) y se declararon 18 regiones en crisis hídrica (2). Un sector directamente afectado ha sido la Agricultura, y de otro lado se incrementaron los incendios forestales, reportando 9 mil hectáreas de bosques y biodiversidad perdidas (3). En enero de 2017, la situación era completamente distinta. Las lluvias intensas en sierra y selva causaron el incremento de los ríos, derivando en inundaciones y en zonas de alta pendiente, generaron deslizamientos, flujos de lodo y derrumbes. La variabilidad climática parece ser cada vez más intensa, afectando a nuestra diversidad de ecosistemas y poblaciones, de formas e intensidades distintas.
El cambio climático es un reto global y complejo y el gobierno del Perú, a través de la Contribución Determinada a nivel Nacional (Contribución Nacional), establece el compromiso para continuar e impulsar la promoción, formulación e implementación de acciones complementarias y sinérgicas de mitigación y adaptación frente a este fenómeno. En concreto, la Contribución Nacional del Perú contempla una reducción del 30 % respecto a las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) proyectadas para el año 2030, con miras a contribuir a estabilizar el incremento de la temperatura global; así como metas relacionadas a la adaptación a los efectos del cambio climático. Este compromiso internacional, despierta el interés de muchos actores, así como la necesidad de facilitar mayor articulación entre los sectores y a nivel subnacional con las regiones, en cuyos territorios se podrán identificar actividades que aportarán a lograr los compromisos asumidos por el Perú.
El rol de los gobiernos regionales y locales. Dando una mirada al nivel subnacional, cada región del Perú cuenta con una gran diversidad de ecosistemas, poblaciones, expectativas y visiones de desarrollo, así como retos y dificultades para armonizarlas y encaminarse hacia un desarrollo sostenible. Los gobiernos regionales y locales pueden jugar un rol fundamental para asegurar el éxito de las metas planteadas en la Contribución Nacional en los sectores priorizados para mitigación y adaptación. Por lo cual se hace imperioso trabajar con ellos para retroalimentar la propuesta e ir trabajando en los medios para facilitar su implementación y monitoreo.
¿Cómo un compromiso político internacional se traduce en acciones concretas que contribuyan a la transformación del Perú en un país bajo en carbono y resiliente al clima? Bajo el proyecto “Análisis del rol y potencial contribución de los territorios regionales al logro de la Contribución Determinada a nivel Nacional” se buscó visibilizar la diversidad de opciones donde los gobiernos regionales y locales pueden jugar un rol importante en aportar a lograr los compromisos asumidos en relación a cambio climático por el país. En este trabajo se aborda el caso de Apurímac, Cusco y Ucayali.
Para las tres regiones, los bosques y el agua son sectores prioritarios y de gran potencial de aporte. Sin embargo, las dificultades para concretar en acciones los compromisos de mitigación y adaptación pasan por superar varios desafíos: (a) brechas de información sobre la Contribución Nacional entre diversos actores, incluyendo funcionarios y equipo técnico de gobiernos regionales y locales, (b) limitado grado de incorporación del cambio climático en la planificación de políticas de desarrollo a nivel regional y casi inexistente a nivel local, (c) necesidades de generar sistemas de monitoreo articulados y estandarizados y (d) el limitado acceso a financiamiento.
Frente a un escenario de reducción del presupuesto público para los gobiernos regionales y locales, mucho del avance en gestión del cambio climático regional y local se debe al apoyo de la cooperación internacional. ¿Cómo lograr que las políticas ambientales y de cambio climático se articulen a las prioridades de desarrollo y dejen de ser vistas como limitaciones y “freno al desarrollo”? Aunque no existen respuestas únicas, los esfuerzos se están enfocando también en la creación de alianzas con el sector privado. Asimismo, las expectativas de muchos gobiernos regionales están enfocadas en desarrollar capacidades para acceder a parte de los fondos internacionales, como el Fondo Verde por el Clima.
Finalmente, es importante resaltar que los retos del cambio climático no competen únicamente al sector ambiental. Políticas y acciones coordinadas entre los sectores y los tres niveles de gobierno son fundamentales para cumplir los compromisos de la Contribución Nacional. Las tres regiones nos dan valiosas lecciones en cuanto a articulación intersectorial, como es el caso del Consejo Regional de Cambio Climático – CORECC en Cusco y la Comisión Ambiental Regional - CAR en Apurímac y en Ucayali, espacios institucionalizados en los cuales diversos sectores proponen, evalúan y construyen de forma conjunta. Se requiere fortalecer dichos espacios y además propiciar una verdadera y constante articulación con los gobiernos locales. Estos últimos presentan las mayores dificultades presupuestales, de capacidades y sobre todo de planificación de largo plazo y monitoreo de acciones integradas de desarrollo y cambio climático.
(*)Artículo elaborado por Claudia Zuleta del Solar, HELVETAS Swiss Intercooperation Perú.
Revisión y aportes de Milagros Sandoval Díaz, Conservación Internacional Perú.
1Fuente: http://www.ana.gob.pe/noticia/autoridad-nacional-del-agua-oficializa-declaratoria-de-emergencia-hidrica-ante-falta-de
2Fuente: http://larepublica.pe/impresa/sociedad/828447-ya-son-18-regiones-en-crisis-hidrica
3Fuente: http://rpp.pe/blog/mongabay/infografia-cual-es-la-situacion-de-los-incendios-forestales-en-peru-noticia-1011966