Al 2030, Perú podría perder hasta el 40% de su área cafetalera. Así, lo concluye un estudio que realiza el Centro Mundial de Agroforestería (ICRAF) y el Centro de Investigación en Agricultura Tropical (CIAT) sobre el impacto del cambio climático en la cadena de valor del café en el Perú. Los avances de esta investigación se dieron en el conversatorio ‘Cadenas de valor y cambio climático: el caso del café en Perú’, que se realizó el 27 de marzo, en Lima, en el marco del proyecto ‘Café y Clima’, del Programa SECOMPETITIVO de la Cooperación Suiza – SECO.
Durante el conversatorio, Valentina Robiglio, investigadora principal de ICRAF, mencionó que se ha identificado una alta vulnerabilidad a los efectos del cambio climático en la producción y comercialización de café, particularmente en las regiones de Cajamarca, San Martín y Amazonas. Algunos aspectos como producción y calidad ya están siendo afectados, ello al margen los desastres que actualmente vive la zona norte del país.
Agregó que se encuentra poca sensibilidad e involucramiento de las empresas y autoridades locales ante los impactos ya ocasionados. Por el contrario, se insiste en encargar las acciones de mitigación y adaptación a los productores cafetaleros. La investigadora refiere que pese a los planes y zonificaciones con los que se cuenta, no existe una visión integrada que contrarreste la pérdida y abandono de cafetales y consigo el uso de terrenos destinados a la conservación. En el evento participaron representantes del MINAM, SENAMHI, la Junta Nacional del Café, la Universidad del Pacífico, HELVETAS, IICA, Root Capital y PNUD.
Ante los efectos del cambio
Jason Donovan, también de ICRAF, señaló que pese a que el Perú está especializando en cafés especiales certificados, eso no basta para detener o mitigar los problemas que tenemos. Los cambios irán más allá del productor, se deben mirar a empresas y proveedores de la cadena de valor para hallar soluciones efectivas.
Existe un alto potencial de que el café sea dinamizador del uso del territorio y ejemplo de manejo integrado y sostenible. Asimismo, se debe tener en cuenta que se tienen distritos donde los productores cafetaleros representan el 80% de la población, por tanto la sostenibilidad del cultivo determina, también la sostenibilidad de ellos mismos.
El estudio se encuentra en proceso de revisión final. A finales de abril se contará con los resultados definitivos del impacto del cambio climático en la zona norte, y mayores elementos para la priorización de acciones a tomar.